martes, 12 de mayo de 2009

América Latina

Habitualmente uno extraña un montón a sus amigotes que andan por el mundo. Pero ellos saben que América Latina siempre está aguardando volver a recibirlos en su seno, o en sus senos como en es el caso de esta que yo imagino.
Siempre esperamos alguna forma de retorno. Yo, en Rosario y ella flotando, con total solvencia, entre el Atlántico y el Pacífico.

2 comentarios:

  1. Un dios hizo un gesto así con la mano y dijo -Latinoamérica es mía-. Cuando el manto flameó por el movimiento del brazo levantó una brisa suavecita que sacudió las hojas mas altas de los eucaliptus y el humo del basural se torció para donde el tipo iba y lo siguió un rato. Después zumbó un tábano, el sol se puso naranja como una naranja y un ratito después todo se quedó azul, hasta un escuerzo que mordisqueó la luna se quedó azul. Un pibe trata de desenredar un barrilete de los cables. Que cagada, justo que pasó un dios y dijo Latinoamérica es mía y no lo vio a este. Habrá que buscar alguna forma de volver. La patria son los amigos. La bandera, el escudo y todo eso son los amigos, uno vuelve a los amigos, nunca vuelve a la patria.

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  2. Es por eso que vos decís, y como lo decís, que cuando los amigos no están te falta un pedazo de territorio. Porque, así es, la patria son los amigos, y entonces te falta el pedazo de país donde se dan los encuentros del cuore, que son los únicos que valen la pena, y claro la alegría. Y hay veces que hasta te falta el cacho inmediato de suelo donde dar el siguiente paso, y es una garcha porque no sabés como se sigue.
    ¡Qué poeta que se está poniendo mi amigo: un pedazo grande de Latinoamérica, de Argentina, de Rosario, de Alberdi y de Arroyito poniéndole lustre a La Barceloneta!

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