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Datos personales
- Manuel Aranda
- perfil + o -, algo jovato, pero pintoresco, docente universitario, me permito dibujar, pintar y escribir. Canto tangos secretamente. Tengo amigos de putísima madre. Publiqué, en los últimos 35 años, en casi todas las revistas de humor de argentina.(en Satiricón no. Nunca me dieron bola). Publiqué en alguna que otra extranjera y laburé en publicidad durante ese tiempo. Y me cansé, che.
Después seguiré analizando esta obra pero debo decir que, así, a primer golpe de vista, a mi el Lucho me hizo acordar inmediatamente al Oso Santamaría de chiquito. Ahora bien, puedo dar fe de que cuando creció se hizo grandote, nada mas. Lógicamente tiene a la izquierda su adorado Minicuper y mas a la izquierda aquel perro tan acorde con su tamaño, el Tuncho. ¿Te acordás del Tuncho, Manu?, era como una especie de buey faldero. Una vez se le escapó, cruzó boulevard Oroño a la carrera, se estampó de cabeza contra la puerta de una auto en marcha, le abolló toda la carrocería, al conductor casi lo mata del susto y al auto lo frenó en seco. El Tuncho sacudió un poco el hocico y emprendió nuevamente la marcha. Igualito que lo que siempre hacía el Oso.
ResponderEliminarEl Tuncho, efectivamente se parecia mucho al oso. Vistos de atras caminaban muy, muy parecido. Opinión esta que compartí con Mele Bruniard. Me quedó grabado. Tan grabado como los grabados de Mele, y la cabezota del Tuncho en la puerta de ese pobre automovilista, cuyo accidentado encontronazo con aquel descomunal dogo desconocia.
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