Este dibujo tenía un par de figuras insinuadas y estuvo por ahí dando vueltas unos 8 años, hasta que en medio del despelote de preparar esta axposición terminó siendo salvajemente encarado de a ratos y concluyó en esto.
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Ocho años en la vida de un dibujo es un suspiro. Los dibujos, como los hijos, nacen para sobrevivirnos, mientras tanto, uno les va enseñando a cruzar la calle, a conquistar amores, a ser buenos y a exponerse.
ResponderEliminarPor mas que he intentado enseñarles a exponerse, no he conseguido nunca que se expongan solos los hijos de puta
ResponderEliminarHay que buscarles galería o publicación, hay que enmarcarlos y colgarlos en la pared,invitar gente que los venga a ver, pagar el vino etc.
Encima si alguien nos los quiere comprar, nos entra la boludez y nos jode desprendernos de ellos
por lo que vuelven a casa a instalarse en eternas carpetas, haciendo sebo como esos hijos que no se van nunca de casa
Que se vayan al carajo!
Guerra a los dibujos apalancados!
Que se busquen la vida o acabaran en la papelera
Que no se crean tan importantes
Los hijos es lo único que tenemos los dibujetas que no es de papel.
ResponderEliminarPero como dicen ambos, algunos de estos guachos dibujos hay que criarlos y nunca se van de casa.
Ahora este Tatúm esta muy quejoso con los pobres, que si no fuera por ellos ¿qué sería de nosotros?
Es que el tipo vuelve de la montaña y me imagino la cantidad de "falsos llanos" que habrá tenido que trepar.
Y si no fuera por nosotros que sería de ellos?
ResponderEliminarA la mierda con los escrúpulos
La vida es un falso llano y es mejor afrontarla con la carperta vacia
Ma' sí, Tatita, tenés razón, la vida es un llano vacío y hay que afrontarla con una carpeta falsa. ¿O cómo era?.
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