Lo del tipo se llama trastorno de identidad disociativo, o de la múltiple personalidad, en este caso dos personalidades claramente definidas, la del optimista (arriba) y la del pesimista (abajo). El ave en caída libre representa al espíritu santo, otro que padece un severo trastorno desde hace añares, habida cuenta de que convive con el padre y el hijo. El caño es una metáfora (pero las metáforas pueden ser consideradas perfectamente un trastorno de identidad disociativo), fijesé, caño se le dice al faso de colores que la personalidad de arriba se está fumando, caño es una de las acepciones del miembro viril, que se asoma por la bragueta de la personalidad de abajo (en realidad es un dedo de la personalidad de arriba pero en clara alusión al pene) y caño se le dice también al revólver, que rotundamente empuña la personalidad de arriba, con un gusanito haciendo las veces de proyectil. El agua representa el espejo donde todas estas personalidades se ven reflejadas por lo que, nada de dos medias personas, aquí sigue estando lleno de gente. A ver....que le puedo recetar...tres padrenuestros, dos avemarías, y vuelva la semana que viene.
Voy a comenzar este sábado con un cierto regusto agridulce por dramáticas revelaciones que conlleva este comentario de el Tomi. Altamente Freudiano en gran parte de su desarrollo teórico y con un remate admonitorio, eclesiastico, curastril, pero afortunadamente bastante indulgente en la penitencia. Trataré de enmendarme y dibujar menos retorcidamente. Vuelvo la semana que viene,padr...papá.
perfil + o -, algo jovato, pero pintoresco, docente universitario, me permito dibujar, pintar y escribir. Canto tangos secretamente. Tengo amigos de putísima madre. Publiqué, en los últimos 35 años, en casi todas las revistas de humor de argentina.(en Satiricón no. Nunca me dieron bola).
Publiqué en alguna que otra extranjera y laburé en publicidad durante ese tiempo. Y me cansé, che.
Lo del tipo se llama trastorno de identidad disociativo, o de la múltiple personalidad, en este caso dos personalidades claramente definidas, la del optimista (arriba) y la del pesimista (abajo). El ave en caída libre representa al espíritu santo, otro que padece un severo trastorno desde hace añares, habida cuenta de que convive con el padre y el hijo. El caño es una metáfora (pero las metáforas pueden ser consideradas perfectamente un trastorno de identidad disociativo), fijesé, caño se le dice al faso de colores que la personalidad de arriba se está fumando, caño es una de las acepciones del miembro viril, que se asoma por la bragueta de la personalidad de abajo (en realidad es un dedo de la personalidad de arriba pero en clara alusión al pene) y caño se le dice también al revólver, que rotundamente empuña la personalidad de arriba, con un gusanito haciendo las veces de proyectil. El agua representa el espejo donde todas estas personalidades se ven reflejadas por lo que, nada de dos medias personas, aquí sigue estando lleno de gente. A ver....que le puedo recetar...tres padrenuestros, dos avemarías, y vuelva la semana que viene.
ResponderEliminarVoy a comenzar este sábado con un cierto regusto agridulce por dramáticas revelaciones que conlleva este comentario de el Tomi. Altamente Freudiano en gran parte de su desarrollo teórico y con un remate admonitorio, eclesiastico, curastril, pero afortunadamente bastante indulgente en la penitencia. Trataré de enmendarme y dibujar menos retorcidamente. Vuelvo la semana que viene,padr...papá.
ResponderEliminarhiede mi ceguera ante la hipervisión del Tomi.
ResponderEliminar(añares: añares que no la leía)
en cuanto a la caricatura, para mí es un claro ejemplo del peculiar estilo 'te chifla el moño'
epale! (será que a estos 'añares' la cama nos picanea el cuerpo?)
ResponderEliminarQue lo parió!
ResponderEliminarComo cae ese pato!